Amarilys Núñez, de la actuación en Cuba a emigrar a los Estados Unidos por amor

Redacción

Amarilys Núñez Barrios, hija de la renombrada cantante de ópera María Eugenia Barrios, podría haber seguido los pasos de su madre en el mundo de la música, pero su camino tomó un rumbo diferente. Su formación artística comenzó en el ballet, donde compartió clases con la reconocida Lizt Alfonso, marcando así el inicio de una trayectoria diversa y multifacética.

Criada en el barrio de La Víbora, desde temprana edad Amarilys mostraba un gran compromiso con su educación artística, levantándose al alba para dirigirse a sus estudios en La Habana Vieja. En la escuela de ballet, recibió una formación integral que incluía idiomas, música, instrumentos y una amplia perspectiva de historia universal.

Sin embargo, su incursión en la televisión desde los ocho años en el programa “Amigo y sus amiguitos” le planteó un dilema entre sus dos pasiones. Aunque mostraba un talento innegable en el ballet, su cuerpo con curvas le impidió continuar en esta disciplina, lo que la llevó a enfocarse aún más en su formación en artes escénicas.

Su paso por el Instituto Superior de Arte entre 1990 y 1995 marcó un período crucial en su desarrollo como actriz. Bajo la tutela de profesores como Vicente Revuelta, Habanera encontró su verdadera pasión en el teatro, donde se destacó en numerosas obras, incluyendo éxitos como “La boda” y “Delirio habanero” con el Teatro de la Luna.

Su debut en la televisión en la telenovela “Tierra Brava” en 1997 marcó el inicio de una prolífica carrera en la pantalla chica. A lo largo de los años, participó en una variedad de producciones, desde “El eco de las piedras” hasta “Al compás del son”, demostrando su versatilidad como actriz en una amplia gama de roles.

En 2014, Amarilys tomó la decisión de dejar su país natal, motivada por el amor hacia una persona que residía en Estados Unidos. Aunque esta decisión significó dejar atrás a su familia y amigos, nunca perdió su vínculo con la actuación en Cuba. Participó en proyectos como “Conciencia” y “¿Por qué lloran mis amigas?”, demostrando su compromiso con su arte y su capacidad para adaptarse a diferentes contextos y desafíos.

En Miami, Ha incursionado en el ámbito televisivo detrás de cámaras, contribuyendo a la parrilla de programación de CubaMax TV. Aunque ha recibido ofertas para actuar, hasta el momento ha optado por concentrarse en roles fuera de la pantalla, manteniendo viva su pasión por la actuación mientras explora nuevas oportunidades en el mundo del entretenimiento. A través de sus diversas experiencias y talentos, Habanera continúa dejando una marca indeleble en el mundo artístico, demostrando que el amor por el arte trasciende fronteras y desafíos.